17 de octubre de 2009

Tony Melendez, un ejemplo de superación

Tony nació sin brazos debido a los estragos de un medicamento recetado por orden médica a su madre durante el embarazo.

Cuando niño, Tony veía a su papá tocar la guitarra y sintió el gran deseo de poderla tocar también, hasta que un día su papá puso la guitarra en el suelo. "Tony", dijo, "anda a lavar los pies". Se los lavó y se sentó a tocar la guitarra por primera vez. Nunca dejó que su condición física le desanimara, y con mucho esfuerzo y práctica, aprendió a tocarla magistralmente con los dedos de sus pies.

Tony empezó a tocar en misa y en conferencias, hasta que lo vió alguien que trabajaba en la organización de las actividades para la visita del Papa a Los Ángeles en 1987. Tony fue seleccionado para cantarle al Papa y a los jóvenes, y allí ocurrió el famoso encuentro.

Fué un momento inolvidable para él, así como para todo aquél que le vió aquel 15 de septiembre de 1987. Tony fue seleccionado para cantarle una melodía al Santo Padre. Subió a la tarima, acompañado con guitarra, la que sólo puede tocar con los dedos de los pies. Tony le cantó una linda canción a Juan Pablo II titulada, Never Be the Same (Nunca ser igual). Al terminar, el Santo Padre, emocionado, no pudo contenerse, saltó del escenario y se llegó a donde Tony para abrazarle. Para Tony, como para nosotros, la vida jamás sería igual.



1 comentario:

Nacida Libre dijo...

Vengo mansa y cariñosa a anunciarte que tienes dos hermosos premios esperándote en mi blog, en la entrada: “Y POR HOY ME DESPIDO CON UNA ALEGRÍA Y UNA SORPRESA DE FELIZ DOMINGO”… ¡¡¡ENHORABUENA Y GRACIAS POR TODO!!!